Comprendí que no puedo cambiar el mundo pero sí puedo colaborar para que sea un poco menos injusto.



lunes, 5 de noviembre de 2012

La televisión serrana


Desde hace casi 20 años un grupo de documentalistas cubanos recorre los caminos de la Sierra Maestra en mulos y cargados de equipos, con el objetivo de capacitar en contenidos audiovisuales a los campesinos que residen en las pequeñas comunidades ubicadas en zonas solitarias de la montaña.

La instrucción dura aproximadamente un mes y finalizado ese período, los mismos pobladores de estos pueblos remotos son quienes idean y concretan el documental transmitiendo sus propias problemáticas, historias y necesidades.

La televisión serrana cuenta ya con más de 500 materiales entre documentales, video-cartas y reportajes, ha participado en numerosos eventos y ha obtenido una enorme cantidad de premios y menciones. El proyecto es financiado por la UNESCO y ha recibido apoyo de importantes fundaciones, de la dirección de la provincia y de la Televisión Cubana. Daniel Diez Castrillo, creador y director de la Televisión Serrana explica que la realidad de zonas intrincadas del país, que forman parte de la cultura y estaban casi olvidadas por los medios, exponía complejidades que impactaban más allá de lo epidérmico.

“Había no solo problemas productivos sino complejidades socioculturales que de no ser abordadas, se perdería la esencia de nuestra identidad como Nación”, agrega. Estas son zonas de difícil acceso, por lo que la transportación por esos lugares es un problema ya que se debe hacer en mulo o a pie. Sin embargo, según Diez Castrillo, si bien implica un tremendo desgaste físico resulta muy gratificante cuando se encuentran historias que ayudan a mostrar realidades poco conocidas.

El documentalista sostiene que uno de los principales objetivos de la Televisión Serrana es repensar la televisión, como posible hacedora de obras artísticas, capaz de dar participación a los espectadores, dividiendo el trabajo en roles pero otorgando a cada integrante el mismo nivel de autoridad. “La idea siempre fue que los campesinos y campesinas de esas montañas fueran los futuros creadores de la TV Serrana”.

¿Cómo funciona?

En la televisión comunitaria no es el jefe quien debe decidir cuál es el tema más importante para ser realizado, sino que debe ser el colectivo. En este caso, los contenidos son decididos por el Grupo de Creación Artística en el que participan los directores, camarógrafos, sonidistas, editores, productores, los iluminadores-choferes e inclusive los técnicos de video.

Se discute profundamente qué tema es el más importante para la comunidad, cual puede definir mejor una personalidad del lugar o qué historia es la más contundente para mostrar las particularidades de esa realidad. Una vez finalizada la investigación, se propone un guión para su análisis y eso da paso a la discusión final donde los realizadores defienden el tratamiento, la idea a demostrar y los beneficios para la comunidad o a los personajes tratados en el documental.

Si convencen, reciben los recursos necesarios para su realización. Este proceso, según afirma Diez Castrillo, es una parte esencial del proyecto ya que permite asegurarse de que la obra es producto de una necesidad de la comunidad, un conflicto imprescindible de abordar, una historia para futuras generaciones o por la importancia del personaje protagónico del documental.

 “Es un sistema que da la posibilidad de democratizar los medios, algo de lo que tanto se habla y, sin embargo, no se practica. La primera experiencia se realizó en el municipio serrano de Bartolomé Masó y nos permitió reflejar la vida de estos seres humanos que nunca se imaginaron ver su realidad en las pantallas de televisión.

Video-Carta

Este género televisivo fue creado por la Televisión Serrana como una alternativa cultural que permite que dos comunidades que no tienen forma de conocerse, puedan hacerlo contando a través de un video su forma de vida, su cultura y sus actividades diarias. Esas historias enriquecidas con imágenes de lo que ellos cuentan son enviadas a niños de otras partes del país y a otros países para que estos les contesten y así comunicarse y decirse como son sus realidades.

“Es tan sencilla su realización que hay quien no comprende que esa es una forma alternativa de mostrar una identidad tan despreciada y lanzada al olvido por las transnacionales. Conocemos a través de films las principales ciudades pero de las pequeñas comunidades no hay nada, como si el resto del mundo no existiera o fuera insignificante”, concluye Diez Castrillo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario